“Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Ti. 3:16).
   
  IGLESIA LUTERANA CONFESIONAL CONGREGACION EL BUEN PASTOR VALLEDUPAR COLOMBIA
  ESTUDIOS
 

 


 

La Biblia es la única fuente y norma
para la fe y la vida cristiana

 

LA TRANSMISIÓN ORAL

Cuando Adán y Eva cayeron en pecado, Dios les prometió el Salvador (Gn. 3:15). Desde Adán hasta Moisés, la preciosa promesa divina del Salvador pasó oralmente de generación en generación. Esa puede ser la razón por la que los patriarcas desde Adán hasta Noé (enumerados en Gn. 5) vivieron tanto. Después del diluvio, la gente se dispersó sobre toda la faz de la tierra. Dios repitió la promesa del Salvador directamente a su pueblo, como se evidencia en las vidas de: Abraham, Isaac, y Jacob (Gn. 15:26,28). Durante el tiempo en que el pueblo de Dios estuvo en Egipto, se mantuvieron las promesas de Dios a Israel, dándoles consuelo durante la esclavitud (Ex. 3:14).

 

LA BIBLIA

Finalmente, Dios guió a Moisés a escribir el contenido de su revelación (Ex. 17:14). Una vez que Moisés escribió los cinco primeros libros de la Biblia (el Pentateuco: de Génesis a Deuteronomio), Dios, por medio de Moisés, dirigió a su pueblo al registro escrito de su revelación (Dt 4:2; Jos 1:7; 23:6). Cuando se agregaron los otros escritos del Antiguo Testamento, Dios, por sus profetas, dirigió a su pueblo a ellos también como la fuente de su enseñanza y la orientación de su vida (Is. 8:20).

 

JESÚS CONFIRMÓ LA VERACIDAD Y AUORIDAD DE LAS ESCRITURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento, Jesús citó las Escrituras del Antiguo Testamento como autoridad para establecer doctrina; dijo: “Tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos” (Lc. 24:44). (Las tres divisiones mayores del Antiguo Testamento hebreo eran los cinco libros de Moisés, los escritos de los profetas y una sección llamada finalmente los escritos sagrados. Como el libro de Salmos era el primero en el último grupo, con frecuencia se usaba para referirse a toda la última división del Antiguo Testamento hebreo). Para Jesús, el Antiguo Testamento tenía autoridad para establecer doctrina.

Las palabras de Jesús tienen autoridad para nosotros en el Nuevo Testamento; él declaró: “Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida” (Jn. 6:63). Pedro le dijo: “Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn. 6:68,69). Jesús dijo también: “El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue. La palabra que yo he proclamado lo condenará en el día final. Yo no he hablado por mi propia cuenta: el Padre que me envió me ordenó qué decir y cómo decirlo. Y sé muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo es lo que el Padre me ha ordenado decir” (Jn. 12:48-50).

 

¿CÓMO HAN LLEGADO LAS PALABRAS DE CRISTO A NOSTROS?

Pero, ¿cómo han llegado las palabras de Cristo a nosotros? Esas palabras, que tienen autoridad para establecer doctrina y para guiar la vida cristiana, han llegado a nosotros por inspiración por medio de los apóstoles y otros escritores del Nuevo Testamento.

  1. Jesús les prometió a sus apóstoles: “El Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho” (Jn. 14:26).
  2. “Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque  no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes” (Jn 16: 13,14).
  3. También dijo: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos” (Jn. 8:31).
  4. Pablo afirmó que “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil: para enseñar, para reprender, para corregir, y para instruir en justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra” (2 Ti 3:16,17).

 

LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA Y SU COMPLETEZ

Las palabras de Cristo, como nos han llegado en los cuatro evangelios, las epístolas y el Apocalipsis, junto con el Antiguo Testamento, son la única fuente de salvación, la única autoridad para establecer doctrina y dirigir la vida cristiana. La advertencia con la que termina el Apocalipsis es aplicable a toda la Biblia: “A todo el que escuche las palabras del mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le añade algo, Dios le añadirá a él las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro” (Ap. 22:18,19).

 

 

LAS CONFESIONES LUTERANAS RECIBEN Y ADOPTAN LAS  ESCRITURAS COMO LA ÚNICA FUENTE DE DOCTRINA

Nuestras Confesiones Luteranas hacen eco a esta verdad de la Escritura. Lutero escribió: “Esto significa que la Palabra de Dios y ninguna otra, ni un ángel, debe establecer artículos de fe” (CA II II: 15). La Fórmula de Concordia declara: “en primer lugar, recibimos y adoptamos de todo corazón las escrituras proféticas y apostólicas del Antiguo y del Nuevo Testamento como la fuente pura y clara de Israel, las cuales forman la única norma verdadera por la que han de ser juzgadas todas las doctrinas y los que las enseñan” (FC DS Regla y Norma: 3).

 

Iniciamos esta sección observando que la Biblia es la única fuente y norma de fe y vida cristiana. Hemos visto las otras normas que usan las iglesias para establecer doctrina. El catolicismo romano y la ortodoxia oriental tienen la Biblia más la tradición; las iglesias reformadas siguen las normas de la Escritura a la luz de la razón; los cultos siguen una norma de revelación especial e interpretación privada de la Biblia; el modernismo enfatiza la razón y la prueba científica como norma de fe; el postmodernismo no tiene ninguna norma. En conclusión, observamos nuevamente que la Biblia es la única fuente y norma de la fe y la vida cristiana.

 

El cristianismo es la religión absoluta

 

Un absoluto es algo que es verdadero para todas las personas de todos los tiempos; es verdadero tanto si se dice hoy, como en el pasado o en el futuro. Un absoluto abarca desde el comienzo de los tiempos hasta la eternidad; fue verdadero para Adán, Abraham, Moisés, Elías, los apóstoles y Lutero; es verdad para la gente de hoy y para todas las personas que nazcan. El cristianismo es la religión absoluta, sólo ella nos da el camino de la salvación, solo ella se basa en la inspirada, inerrante e inalterable Palabra de Dios.

 

El cristianismo nos da el único camino al cielo

 

El cristianismo es la religión absoluta, en primer lugar, porque nos da el único camino al cielo: la fe en Jesucristo, que nos salvó de nuestros pecados. Todas las religiones hechas por los hombres enseñan la salvación por las buenas obras de la persona; enseñan que se debe apaciguar una deidad o una norma por las obras que hace la persona. El cristianismo es la única religión que enseña la salvación por gracia, sin obras (Rm. 3:28; Ef. 2:8,9)

 

Jesús ha sido el camino al cielo para todas las personas de todos los tiempos. Hay quienes dicen que las personas del Antiguo Testamento fueron salvas por guardar la ley de Dios; eso no es verdad, Dios usó un pacto de ley con el pueblo de Israel para conservarlos intactos como nación hasta el nacimiento de Jesús (Ex. 24; Gal. 3:24). Pero el principal pacto del Antiguo Testamento fue la promesa que Dios hizo a Abraham de que enviaría al Salvador de su descendencia (Gn. 15). Pedro indica que no fue posible cumplir el pacto de ley que Dios hizo con Israel (Hc. 15: 10,11). Jesús dijo que Abraham fue salvo por la fe en el Salvador venidero (Jn. 8:56); Pablo también declara que Abraham fue salvo por la fe en Jesús: (Rm. 4:3: Gal. 3:6; Gn. 15:6). El profeta Habacuc señala que la salvación viene por la fe en Cristo (Hbc. 2:5). Las personas del Antiguo Testamento fueron salvas por la fe en Jesucristo, de la misma manera que nosotros.

Jesús dice claramente que él es único camino al cielo; dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mi” (Jn. 14:6). Los apóstoles repitieron esa afirmación. Pedro dice: “De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Hc. 4:12) En sus cartas, Pablo dice claramente: “Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige” (Rm. 3:28)

 

Sí, Jesús es el único camino al cielo; no hay otro camino. La idea de que todas las religiones llevan al cielo o que todos adoramos al mismo Dios pero le damos diferentes nombres, es una mentira que destruye el alma. En efecto, el postmodernismo condena al cristianismo porque afirma que sólo Jesús es el camino al cielo. El postmodernismo cree que es mejor para la persona que tenga una variedad de creencias religiosas en vez de una sola. Pero la Biblia es clara: Jesús es el único camino al cielo. Es un gran consuelo para las personas de todos los tiempos poder basar su fe en la promesa divina de que “el que cree en él [Jesús] no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). El cristianismo es la religión absoluta porque nos da a Jesús, que es el único camino al cielo.

 

 

El cristianismo se basa en la inspirada, inerrante, inmutable Palabra de Dios

 

El cristianismo es la religión absoluta por otra razón: se basa en la inspirada, inerrante, inmutable Palabra de Dios, la Biblia. Muchas cosas cambian: las ideas cambian, hace unos años la gente tenía la idea de que una persona se podía enfermar y hasta morir por bañarse con demasiada frecuencia. No creo que hoy haya médicos que sostengan ese punto de vista.

 

Pero la Biblia no cambia, su mensaje permanece verdadero y salvador para todas las personas de todos los tiempos. Es así porque la Biblia es la palabra de Dios para nosotros. No es simplemente una especulación humana sobre lo que piensa que Dios hacía en la historia en ese momento. Isaías y Pedro afirman: “La palabra de nuestro Dios permanece para siempre” (Is. 40:8; 1 Pd. 1:25). Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán (Lc. 21:33).

Hay muchos que dicen que la Biblia no es aplicable a la gente de hoy; afirman que la Biblia está llena de historias del pasado relativas a lo que la gente pensaba que Dios estaba haciendo en su mundo; dicen que el único valor que tiene la Biblia es que nos da una visión del pasado, que puede guiar nuestra vida hoy. Dicen que no hay normas absolutas como las que dio Dios en los Diez Mandamientos; creen que de lo único que puede estar segura una persona es de que nadie puede tener la certeza de nada. Pero están equivocados, la Biblia es la Palabra de Dios, no tiene errores, su mensaje no cambia, es el único lugar del mundo donde se encuentra el único camino al cielo; Jesucristo. Su mensaje es siempre actual, verdadero y confiable en todos los tiempos.

 

 

 
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